Hoy quiero platicarles acerca de las funciones que cumple para nosotras, las educadoras, el registrar en el Diario del Niño el día a día. Fue a principios de la década de los 70´s cuando Loris Malaguzzi sugirió mantener un diario de clases. Recomendó esto a los maestros, quienes intuitivamente reconocieron su valor. Más tarde descubrieron su significado y las implicaciones en el nivel de planeación y evaluación.
Al principio el significado
del diario no fue muy claro para nadie, porque cuando compilaban el diario
algunos maestros anotaban los eventos en orden cronológico (muy parecido a un
cuaderno de trabajo). Más tarde, algunos profesores progresaron en el uso del
diario y realzaron su valor y desplazaron el diario de clases por el diario
individual de cada niño.El contenido del diario era también compartido con los padres. De hecho,
varios grupos ( y se continúa haciendo) se reunían cada año con las familias,
las primera reuniones se celebraban siempre al principio del año, para platicar
con los padres sobre las expectativas y como podrían ayudar a que su hijo se
sintiera a gusto en el centro. En las primeras reuniones, las familias eran
presentadas entre sí y se comenzaba a construir un sentido de comunidad y de
cercanía de aprendizaje, cosas tales como donde vivían, cuántos hijos tenían, y
que tipo de trabajo tenían.
Como todo este trabajo
progreso, surgió la necesidad de hacer anotaciones, que a veces se hacían de
manera implícita y obscura, clara y más legible, mas apta para ser compartida
con los lectores que no habían participado en el evento. Para capturar eventos
con precisión, los maestros a menudo cargaban pequeñas libretas que podían
sacar de sus sacos que usaban para hacer anotaciones rápidas que podrían
ampliarse posteriormente al escribirlas en el diario del niño. Tales intentos
los llevaron a tomar rápidas “instantáneas mentales”, guardando la idea con la
cámara fotográfica y preservando la imagen de los momentos importantes que
tenían lugar. Esto requería aumentar la
comprensión del profesor sobre el uso adecuado y oportuno de la fotografía, con
el objeto de recordar lo que era significativo de la situación. Y de la
fotografía surgió la idea de incluir fotos, dibujos, escritos y co-autor en
cada diario, con el fin de captar la diversidad de perspectivas en torno a un
evento, fomentando así la comparación y la discusión.
Estos son los primeros
signos, aunque no todavía plenamente conscientes de lo que será un rasgo
esencial de la documentación como la concebimos hoy, esto es, una documentación
que sea capaz de ofrecer una descripción detallada y que al mismo tiempo se enriquezca
con una diversidad de imágenes y fotografías, como un testimonio de los conocimientos
que tanto el niño como el maestro poseen.
Este es el punto en donde estamos ahora, para nosotras es una herramienta indispensable en la planeación y evaluación, pero esperamos que para ustedes sea el inicio del Diario de Vida de su hijo o hija y que puedan compartirlo con ellos cuando vayan creciendo y disfruten reviviendo esas primeras experiencias.
Gracias